¿Cuáles son las claves para que “un personaje tan peligroso” como Donald Trump acabe siendo presidente de los Estados Unidos? “La reflexión a la que debemos llegar es ¿por qué se produce este fenómeno?”. “Sabemos cuáles son sus intereses”. Quien así habla es el corresponsal de Radio Nacional de España (RNE) Fran Sevilla en la mesa redonda: “Proyecto Trump para EE.UU.” organizada por la Unificación Comunista de España (UCE). El también Premio Ondas opina que, a pesar del “personaje catastrófico”, “¡tenemos que seguir!”. Sevilla afirmó hace un par de años que “lo que importa verdaderamente son las personas, el dolor de las personas, el sufrimiento de las personas, de la gente corriente”, “sólo por ellos se debe y se puede tomar partido”.
“¡Alto al genocidio! Todo el apoyo a la Flotilla de la Libertad” (PararLaGuerra.es). “¡Alto el fuego ya! ¡Las vidas palestinas importan!”. El pasado treinta y uno de agosto la multitud mostró su apoyo a las trescientas personas que en más de una veintena de embarcaciones -saliendo desde el Moll de Fusta barcelonés- irán rumbo hacia el inframundo, hacia Gaza, donde Israel y la sórdida inacción mundial están descuartizando y desliendo en sangre y lágrimas al pueblo palestino, su historia y futuro. “No podemos ser indiferentes”. En cuarenta y cuatro países la Sociedad se ha movilizado. “Nunca en la historia fueron asesinados tantos periodistas, trabajadores de la ONU y personal sanitario”. “Israel ha lanzado el equivalente a ocho bombas atómicas de Hiroshima sobre Mujeres, hombres, niños y niñas” (Global Sumud Flotilla). “El silencio no es una opción”. “¡No es un guerra es un genocidio!”. “Genozidioa Stop!” (Solidarity from Basque Country). “Parar o xenocidio do pobo palestino”. “Música, poesía y danza por Gaza. Fem força per a crear un mon millor des de la cultura i l´art”.
¿Qué maquinan las élites? La historia de la humanidad es cruelmente tozuda y trágicamente reiterativa.
¿Existe la panacea contra la ultrasordidez que intoxica referéndums populares? En el año dos mil quince, de cara a la campaña presidencial del año siguiente en Estados Unidos, Felix Sater delincuente convicto y asesor en The Trump Organization, mensajeó al que fue “abogado de Donald Trump”, Michael Cohen: “Meteré a Putin en el programa y haremos que Donald salga elegido”. “Tío, nuestro chico podría ser presidente”. “¡Que nuestro chico salga elegido!”.
“Cuando me propongo un fin, ni América, ni el mundo entero, podría impedirme conseguirlo” proclama el personaje principal a la ciudadanía estadounidense en “Robur el conquistador”, novela escrita por el francés Julio Verne y publicada en mil ochocientos ochenta y seis.
“¡Tienes que sacar la cabeza del culo de Trump!” y empezar a representar a la población. “¡No sabes nada de lo que hace un ciudadano de clase trabajadora!”. “¡No me estás ayudando!”. Reprochaba un granjero -votante “Maga”- al ultra conservador congresista por Missouri Mark Alford, según publica la periodista indígena Amelia Mavis de la tribu Oglala Lakhóta (Sioux).
Como diría la CIA (Agencia Central de Inteligencia): “No podemos confirmar ni negar”. “Sin comentarios”.
Colonizaciones, invasiones, genocidios terminan siendo purgas ineludibles para súbditos y vasallas. Las islas Hawai´i –anexionadas siguiendo la estrategia del banco Mundial: 1º créditos e introducción empresarial, 2º aplastar la autonomía y 3º lograr la plena anexión por dependencia y coerción- terminaron siendo el estado cincuenta estadounidense. ¿Mercantilizar territorios ignorando la voluntad autóctona? Estados Unidos compró Alaska a Rusia por poco más de siete millones de dólares en mil ochocientos sesenta y siete, -“un error histórico”-.
“Todo lo que nazca o se realice en un momento concreto tiene las cualidades de ese momento concreto” redactaría el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. ¿Sincronía en lo ultrasórdido a nivel mundial? ¿Carcamales y alevines anhelantes del Proyecto Gilgamesh, -iniciativa de la élite multimillonaria de Silicon Valley que proyecta elaborar, para el año dos mil cuarenta y cinco, la inmortalidad “curar el envejecimiento”-, haciendo piña? Gary Webb premio Pulitzer comentó: “No creo en las jodidas teorías de la conspiración. Estoy hablando de una jodida conspiración”.
Ben Ehrenreich periodista freelance y novelista que ha residido la mayor parte de su vida en Los Ángeles comentaría en el citado encuentro que la rebelión anti Trump “la vimos por televisión”, con manifestaciones por las calles. “Una resistencia muy fuerte”. Indudablemente en la sociedad “hay algo”, pero, “aún no es suficiente”.
Presagia el periodista argentino y jefe de Internacional del diario El Mundo, Roberto Montoya, que “estamos ante un fenómeno que no se va acabar cuando acabe su mandato a menos que en los propios estadounidenses haya una reacción”. “El proyecto de Trump va mucho más lejos”. El autor de “Trump 2.0” retrata a este patógeno político como alguien que simplemente piensa en sus amigos antes que “pensar en Estados Unidos”, imbuido, sin duda, por “el espejismo de los triunfadores supermachos” tal como expone el experto internacional a favor de la igualdad Micael Kaufman miembro de MenCare,
Roane Carey, redactor jefe de “The Nation-USA”, declaraba en su turno de intervención que actualmente “no hay una clase obrera organizada”. “Hay mucha resistencia pero desorganizada”. “El sistema político en Estados Unidos está roto” y la mayoría de la gente quiere más democracia. “Es muy difícil luchar contra un sistema” de dos partidos –modelo imperante fagocitado a placer por la ultrasordidez que, en el caso de España, es cerrilmente mema y tahúr.
“Supongo que el malestar que se nota en América es precursor del que Europa no tardará en sufrir” predijo el físico estadounidense director del desarrollo de la bomba atómica Robert J. Oppenhimer.
Montoya refiere que tiempo atrás “había una fuerza de convocatoria de la izquierda, de los sindicatos, que ahora no existe”. Sindicatos que en Estados Unidos abrazaron la mafia y en España –los denominados mayoritarios- mutaron en agentes sociales mientras los de lucha navegan entre las tinieblas mediáticas. Hubo un sindicato polaco que se hizo famoso: Solidaridad, que trabó su futuro junto al Vaticano –con el papa Juan Pablo II en el trono-. A día de hoy a la cabeza de Polonia está un exboxeador y reporta desde Varsovia el periodista Andrew Higgins que “el presidente Donald Trump había declarado su apoyo a Nawrocki –el susodicho expúgil- antes de las elecciones”. ¿Qué pensaría el doliente compositor polaco exiliado, autor de “Estudio Revolucionario”, Fréderic Chopin, si levantase la cabeza?
“No puedo ser presidente, –dijo elon musk-, pero puedo ayudar a Trump -esté vivo, criogenizado o momificado- a derrotar a Biden y lo haré”, recogen las periodistas de investigación Kirsten Grind y Megan Twoney. “Mañana desencadenaremos la anomalía en la matrix”, dijo el acaudalado empresario. ¿Votaciones alteradas? ¿“Láseres desde el espacio”? “Gracias a ustedes el futuro de la civilización está asegurado” gritó Musk al ser elegido “Taco” (Trump) como Don. ¿A qué civilización se refiere Musk? ¿A la imperialista estadounidense actualmente en caída libre? ¿A la de los multimillonarios trashumanistas? Sea como fuere, el delfín JD Vance, ojito Derecho de un boss tecnológico, ya está calentando motores para calzarse el feudo gringo.
Desde el inicio Trump compartió con el Kremlin -sede del poder político en Rusia- “un objetivo”: ¡sembrar la discordia y minar las instituciones! Efectivamente lo ultrasórdido se clona.
“Considero a Trump una herramienta rusa en la Casablanca” declaraba el periodista de investigación Craig Hunger y James Comey exdirector del FBI (Oficina Federal de Investigación) –destituido por Trump-, comparaba a Trump con “un capo de la mafia, un jefe de la Cosa Nostra”. Curiosamente al FBI de Nueva York se le apodaba “Trumplandia”. ¿Cómo denominar a quien en España se vende a la ultrasordidez? ¿“Brutalandia”?
¿Drogas a gogó en las altas esferas? Sin duda. “Realmente no me gusta consumir drogas ilegales” declararía el mayor accionista de Tesla quien para coronar al decrépito narcisista Trump soltó doscientos setenta y cinco millones de dólares. Es de público conocimiento que en su avituallamiento no falta la Ketamina (Special K), -droga ilegal de Famosos de “alto nivel”- en combinación con barbitúricos y anorexígenos para el trastorno por atracón que padece.
Aquí no hay ningún Capitán América, ni Superman.
Cuando el “presidente naranja” quedó milmillonariamente endeudado, “los rusos le ayudaron enseguida” y “volvió a levantar cabeza” el teatral “golden boy” Trump. ¿Por qué Estados Unidos le vota?
En política ni las deudas ni los rencores prescriben. Que se lo pregunten a M. Rajoy. “Ningún banco occidental quería concederle préstamos” declara el periodista de investigación Craig Unger. Sólo el “Deutche Bank, -alemán-, conocido por blanquear el dinero de los rusos”, consideró echarle un cable.
Rusia, Rusia, ¿el “sueño húmedo” de Trump junto a la ególatra necedad de anhelar el Premio Nobel de la Paz solicitada y avalada por un asesino y torturador? ¿Agachará la cerviz la Real Academia Sueca de Ciencias tragándose el sapo? ¿Habrá presión o regalito? Cuando Trump quiso construir un hotel en Rusia, “le ofreció al mísmísimo Putin la última planta de ese hotel, si lograba construir allí una torre Trump, -en Moscú-”.
“He visto cosas que un hombre jamás hubiera debido ver” dijo un psiquiatra al drogarse con LSD. ¿Es el mismo trance viajar por la ultra sórdida política?
Señalaba Ehrenreich, periodista freelance y novelista, que “hay gente que está en contra de Marco Rubio (Secretario de Estado de los Estados Unidos)” nieto de un “sin papeles” y curiosamente paladín de la deportación multitudinaria, furtiva y brutal de Inmigrantes. Rubio representa una visión “muy antigua de los Estados Unidos”. Anticuada, bochornosa y sádica como cualquier ultra.
¿Se querrán frenar las ultra tramas criminales que desembarcan “camufladas en potentes empresas”? ¿Existe “investigación del lucro” y “criminalidad de los poderosos” además de la de patibularios títeres de sueldo oficial, vitalicio o cualquier otro peculiar jornal en España? ¿Política o negocio?
Determina Carey que “Wall Street y los intereses privados quieren tomar todo” miles de millones de dólares de la Salud pública. “Las empresas quieren tomar todo”. “Hacer estrategias para hacer todo Estados Unidos privado”. ¿Replicado aquí el sistema? En Estados Unidos “la situación con la salud es tan loca” dice Ehrenreich. El sector de salud es lo más grande, “más que la industria, más que los servicios, más que todo” y van a por ella… “Pongamos que hablo de Madrid”, cantaba Joaquín Sabina.
¿Ultraderecha española con el “Síndrome del Titánic según el cual, “su propia soberbia le lleva a la destrucción”?
Sobran en España personajes mixtificadores (que falsean la verdad, engañan y confunden) y también sobra la plétora de compañeros y compañeras de fórmula que viven a costa del pueblo sin importarle sus vidas e incluso mueren por su culpable desidia e intereses.
La tropa de narcisistas con Síndrome de la madrastra de Blancanieves, -que no soportan les haga sombra nadie-, bien podría recapacitar sobre lo dicho por el filósofo y compositor alemán Friedrich Nietzsche: “Vosotros miráis hacia lo alto cuando queréis elevaros. Yo miro hacia abajo, porque estoy en las alturas”.
Texto: Ángeles Sanmiguel












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