El retraso injustificado en los pagos municipales vuelve a generar sobrecostes que impactan directamente en las arcas públicas
El Ayuntamiento de Alicante se enfrenta nuevamente a un escenario que genera preocupación tanto en el ámbito político como entre los ciudadanos: el pago de más de 33.000 euros en intereses de demora derivados del retraso injustificado en el abono de varias obras públicas que ya habían sido finalizadas y certificadas. Este nuevo desembolso, que no estaba previsto inicialmente en los presupuestos, supone un sobrecoste evitable que vuelve a poner en el foco la gestión administrativa y financiera del consistorio.
Las actuaciones afectadas corresponden a diversas zonas de la ciudad, entre ellas San Mateo, Plaza Manila, la calle Padres Pla, Marqués de Molins y Virgen del Remedio. Obras necesarias para la mejora urbana que, pese a haberse ejecutado correctamente, han terminado generando costes adicionales debido a la falta de diligencia en los plazos de pago.
Un problema recurrente en la gestión municipal
No es la primera vez que el Ayuntamiento asume intereses de demora
El pago de intereses por retrasos no es un hecho aislado en Alicante. Desde hace años, diferentes contratos públicos han terminado generando penalizaciones económicas por no cumplir los plazos legales de abono a las empresas adjudicatarias.
El propio portavoz adjunto del equipo de gobierno municipal, Manuel Villar, reconoció públicamente que esta situación “no es normal” y que el consistorio debe analizar en profundidad qué está fallando para evitar que se repita.
“Vamos a estudiar qué está pasando para que no tengamos que seguir asumiendo pagos de intereses por incumplimientos que no deberían producirse”, señaló ante los medios.
Estas declaraciones confirman que el problema va más allá de un simple retraso puntual y apunta a deficiencias estructurales en la tramitación administrativa.
La obra más afectada: calle Padres Pla
Más de 25.000 euros solo en intereses de demora
La mayor parte de los intereses que deberá abonar el Ayuntamiento corresponden a la obra de remodelación de la calle Padres Pla, ejecutada por el Grupo Bertolín. Se trata de un proyecto cuyo importe global rondaba los dos millones de euros, y cuyo retraso en el pago ha generado más de 25.000 euros adicionales en intereses.
Este dato resulta especialmente significativo, ya que demuestra cómo un único expediente mal gestionado puede suponer un impacto económico relevante para las cuentas municipales.
Detalle de las actuaciones afectadas
Obras finalizadas que generan sobrecostes evitables
A continuación, se muestra un resumen de las principales actuaciones implicadas
| Zona de actuación | Tipo de obra | Empresa adjudicataria | Intereses aproximados |
|---|---|---|---|
| Calle Padres Pla | Remodelación urbana | Grupo Bertolín | +25.000 € |
| Plaza Manila | Mejora de espacios públicos | Diversas | Incluidos |
| San Mateo | Reurbanización | Diversas | Incluidos |
| Marqués de Molins | Obras de accesibilidad | Diversas | Incluidos |
| Virgen del Remedio | Infraestructura urbana | Diversas | Incluidos |
Este sobrecoste no responde a modificaciones técnicas ni ampliaciones de proyecto, sino exclusivamente a retrasos administrativos.
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El Ayuntamiento estudia recurrir decisiones administrativas
Según fuentes municipales, el primer paso será requerir a la Consellería y al servicio territorial correspondiente para que revisen o modifiquen la resolución que autorizó el pago de estos intereses.
En caso de no obtener una respuesta favorable, el Ayuntamiento no descarta acudir a la vía contencioso-administrativa, una opción que podría prolongar aún más el proceso y generar nuevos gastos legales.
Impacto económico y político del retraso en los pagos
Cuando la mala gestión la pagan los ciudadanos
El principal problema de estos intereses de demora es que no aportan ningún valor añadido a la ciudad. No mejoran infraestructuras, no generan Empleo ni aumentan los servicios públicos. Simplemente representan dinero público destinado a compensar errores administrativos.
Este tipo de situaciones alimenta el debate político y la crítica ciudadana sobre la eficiencia en la gestión del dinero público, especialmente en un contexto económico donde cada euro cuenta.
Testimonios exclusivos para dsalicante.com
La voz de los ciudadanos afectados
Desde DSAlicante.com hemos recogido testimonios en exclusiva que reflejan el sentir de la ciudadanía:
María López (vecina de Virgen del Remedio):
“Nos dicen que no hay dinero para mejorar servicios, pero luego vemos que se pagan miles de euros en intereses por retrasos. Eso indigna a cualquiera.”José R. (comerciante de la calle Padres Pla):
“Las obras tardaron meses y ahora resulta que además costaron más por no pagar a tiempo. Al final siempre paga el ciudadano.”Testimonio anónimo (trabajador del sector de la construcción):
“Estos retrasos generan desconfianza entre las empresas. Muchas ya temen trabajar con la administración por estos problemas.”
Claves para evitar nuevos sobrecostes en el futuro
¿Qué puede hacer el Ayuntamiento para evitar estas situaciones?
Mejora de la planificación financiera
Una gestión más precisa de los calendarios de pago evitaría intereses innecesarios.
Refuerzo del control administrativo
Supervisar los expedientes en tiempo real permitiría detectar retrasos antes de que generen penalizaciones.
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Informar públicamente de estos sobrecostes ayudaría a depurar responsabilidades.
Preguntas y respuestas para entender el problema
¿Qué son los intereses de demora?
Son penalizaciones económicas que se aplican cuando una administración no paga una factura dentro del plazo Legal.
¿Es legal que las empresas los reclamen?
Sí. La legislación protege a los proveedores frente a retrasos injustificados.
¿Quién paga estos intereses?
El dinero sale directamente de las arcas municipales, es decir, de los impuestos de los ciudadanos.
¿Se puede evitar?
Sí, con una gestión eficiente y cumpliendo los plazos establecidos por ley.
Un problema que exige soluciones urgentes
El pago de más de 33.000 euros en intereses de demora vuelve a evidenciar que el Ayuntamiento de Alicante necesita mejorar sus mecanismos de control y gestión económica. No se trata solo de cifras, sino de confianza ciudadana y de un uso responsable del dinero público.
Mientras no se adopten medidas estructurales, este tipo de situaciones seguirá repitiéndose, generando costes innecesarios y alimentando la percepción de una administración poco eficiente.
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