Esta sería la auténtica pregunta ante una judicatura que, en gran medida, parece estar manipulada por el poder político en todas sus instancias.
¿Por qué se coloca a alguien como Felipe VI frente a tantos hombres y Mujeres que aspiran a transformar la Sociedad? Sí, tiene una cultura general y cierto conocimiento de leyes, pero siempre bajo la perspectiva de la monarquía.
¿Por qué no optan por trabajar en el extranjero, como cualquier ciudadano en Suiza, en lugar de mantenerse como meros figurantes que solo generan gastos sin beneficio real?
La judicatura está claramente politizada, y desde el propio Tribunal Supremo se fuerzan interpretaciones legales con el objetivo de acorralar a voces progresistas. En el mundo de hoy, cualquiera que defienda ideas de progreso o evolución se convierte en blanco de ataques. Es como si viviéramos en un “Planeta de los Simios”, donde el pensamiento crítico es hostigado. Todo esto, inevitablemente, altera el equilibrio democrático de naciones que se autodenominan “democráticas”.
Es cierto que, en general, jueces y fiscales realizan una labor encomiable. Sin embargo, la falta de explicaciones claras y accesibles sobre determinados casos, sumada a la forma en que la prensa los expone, provoca que la ciudadanía perciba una pérdida de legitimidad en la Judicatura. La perversidad con la que se gestionan ciertos procesos judiciales hace que la gente común, sin formación jurídica, se sienta indefensa y sin herramientas para revertir la situación.
Mi reflexión final es que hoy carecemos de un verdadero espacio de debate público en torno a estas cuestiones, un lugar donde se pueda dialogar con argumentos de alto nivel. ¿Qué sucederá en el futuro? Es probable que al fiscal general del Estado terminen inhabilitándolo, encontrando un motivo aparente para satisfacer a la “Opinión pública”. Se está utilizando la Justicia como un arma de oposición política.
Por eso, amigos, la última palabra deberá tenerla la ciudadanía consciente. Solo a través de la unión de fuerzas y de un esfuerzo común en una misma dirección podremos salir de este atolladero y construir un mundo mejor.


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